¿Quiénes son los Orishas Guerreros?

Los Orishas guerreros u Orisha Oddé son los primeros que debe recibir cualquier iniciado en la religión Yoruba. Estos solamente pueden ser entregados por los sacerdotes de más alta jerarquía, denominados Oluwos o Babalawos. Aunque existe en estos momentos algunas casas que dan Elegguás espirituales, compuestos solamente de cocos. Es solamente el Eshu-Eleggua que dan los Babalawos el que contiene la carga y el secreto para que este Orisha abra los caminos y ejerza su función fundamental. La fundamentación de que los Orisha Oddé o guerreros solo puedan ser entregados por Babalawos está en que en el tiempo en que estos estuvieron en el plano terrenal fueron Babalawos.


Lugar en la casa de los guerreros.
Ya en la casa Elegua, Oggun y Oshosi se situan en la mayoria de los casos detrás de la puerta principal y Osun en un lugar mas alto que la cabeza del dueño. Es importante que Osun no puede tambalearse ni caerse, ya que esto indica que la vida de su protegido está en peligro, en ese caso se debe contactar al padrino rapidamente. Hay muchas casas religiosas que ofrecen un ebbo (sacrificio) de entrada cuando se llevan los guerreros hacia la casa.

Atención a los guerreros.
Además de las especificaciones del padrino, que pueden haber sido en el caso de Elegua, ponerle en su receptáculo, pitos y en el de Oggun, clavos o herraduras, en general se les pone a Elegua dinero y chucherias, caramelos, etc. Los guerreros se atienden los lunes, se les enciende una vela y se les rocia aguardiente de su boca. Tambien se untan con manteca de corojo, se les pone jicaras o vasitos con cafe y agua. La vela debe apagarse antes de abandonar la casa. A los guerreros se les pide, mientras se está haciendo esto, salud, suerte y desenvolvimiento, no es aconsejable pedirle el mal para ninguna persona.


Elegua es la protección primera, ya que es él quien abre los caminos para continuar en la religión. Los no iniciados o aleyos deben recibirlo o consagrarlo como primero. Es la vista que sigue un camino, se convierte en un guerrero temible y feroz cuando se une a Oggún y Oshosi, nada lo detiene. Elegua es uno de los primeros Oshas u Orishas que se recibe. Es un Osha del grupo de Orisha Oddé, a los que se les llama Los Guerreros. El es el primero de los guerreros junto a Oggún Oshosi y Osun. En la naturaleza está simbolizado por las rocas. Eleguá vino al plano terrenal acompañando al Osha Obbatalá. Es considerado el mensajero fundamental de Olofin.


Vive en la mayoría de los casos detrás de la puerta, cuidando el ilé de quien lo posee. Dueño absoluto de los caminos y el destino, es quien cierra o abre el astral para la felicidad o infelicidad de los seres humanos. Siempre se debe contar con él para realizar cualquier cosa. Es el portero de la sabana y el monte.
Es entregado por Babaloshas e Iyaloshas. Ha sido el único que ha ido y regresado del mundo de Ará Onú. Ganó suficientes privilegios de parte de Olofin, Obbatala y Orunmila para ser el primero en ser atendido. Su mano de caracoles es la mayor, ya que consta de 21, estos son también el número de sus caminos. Le pertenece por excelencia junto a Obbatala el oráculo del coco (Obí).
Su número es el 3, sus colores el rojo y el negro. El lunes y los días 3 de cada mes son sus días. En el sincretismo se compara con el Santo niño de Atocha (1ro de Enero). Su celebración es el 6 de Enero y el 13 de Junio.
Se saluda ¡Laroyé Elegua!

Addimú, para Elegguá son:

Pelotas de harina de maíz cruda con manteca de corojo.

Quimbombó crudo, partido por el medio y untado de manteca de corojo. Ecó, Oñí y Grajeas.

Galletas de harina de trigo, con o sin manteca de corojo.

Bollito de frijoles de carita.

Cocos secos o de Agua. Maíz de rosita; maíz tostado. Pescado y Jutía ahumada.

Ecrú-aró, Olele.

Animales de cuatro patas y un Tambor.

OGGUN Este Santo, nace de la entraña de la tierra porque es el hierro, por eso Oggundá es hijo de Oddí. Ahora bien, Oggun, está personificado en la Tierra como un espíritu del bien y del mal, de lucha, de trabajo, de guerra. Oggún quiere decir Pelear, Guerrear, etc.
Llogún quiere decir: Medicina. Egún quiere decir: Espíritu y, tanto Egún como Ogún, son derivados de Oggún.

Oggún es el esposo de Oyá.

Por el poder persuasivo de Obbatalá, Oggún se refrena en su acción destructora y sanguinaria. Hoy en día, Oggún es compañero inseparable de Oshosi por circunstancias muy especiales de la vida, como es el de la comida.
Addimú: todos los de Elegguá, agregándole Frijoles de carita después de cocidos con manteca. Animales de cuatro patas y un Tambor.

Oshosi, derivado de Oshodé, que quiere decir: brujero. Por ello, no es de extrañar que este vocablo figure en esta relación, ya que los lucumíes les tenían mucho miedo a los Oshodés, pues jamás aparecían los Lucumíes que caían en sus garras.
Por esta causa, los grandes cazadores de los Lucumíes, muchas veces tenían que salir a su faena y, de ahí, el origen del nombre de Oshosi.

A la cazuela de brujería, se le da el nombre de Ogugu e Igu es: Gustar; por eso decían, "Oshode le gusta prenderlo a uno igual".

Oshosi es el espíritu del cazador y aunque parezca mentira, hace más el bien que el mal, pues por él, se alimentan muchos pueblos y, no es menos cierto que si no fuera por la justicia de OSHOSI, que sería de la humanidad, con esos hombres que cometen a diario tantas fechorías y crímenes.

Oshosi en sí, tiene una gran relación con Oggún, Inle, y Yemayá; también se deja entrever, que Oshosi es hermano de Inle porque se dice Inle y Oshosi son hijos de Yemayá. En los Oddu o letras (5-7), habla Inle y en (2-4), habla Oshosi y también en dichos Oddu hablan Yemayá y Oshosi. Es por eso, que cuando se hace Oshosi, es imprescindible que el Iyawó entre con Inle y es por lo que en la Ceremonia se utiliza Inle.

A los Omo-Oshosi, no se les corta el pelo y es, porque teniendo en cuenta que a los que traen Iroso o Iroso tonti Iroso, en el lavatorio no se pueden raspar y, no solamente Oshosi, sino algunos Santos como Oshún, Obbatalá y hasta el mismo Shangó, porque aún cuando sea Shangó, puede esta cabeza estar predominada por Daddá. Y por Iroso, es por lo que a los Omo-Oshosi no se les raspa.

Addimú: el mismo de Oggún.

OGGUN NACE ANTES QUE EL HIERRO

Si nos fijamos un poco y elevamos nuestra imaginación a los primeros años del principio del mundo, y teniendo en cuenta que Oggún quiere decir: tragedia, luchas, guerra; llegaríamos a la conclusión, que Oggún nace antes que el hierro porque, antes que la era del hierro, se sucedieron muchas guerras y los hombres peleaban por muchas cosas, antes de haberse conocido el referido hierro.

Y, ya desde entonces, peleaban hermanos contra hermanos, y los hombres se apoderaban de las cosas en ataques inesperados y por la fuerza. Cuando uno se consideraba, por su fuerza y complexión física, con más poder que el otro, lo atacaba sin compasión alguna hasta exterminarlo. Y, sucedía esto por la más mínima discusión, por su estado de ignorancia, y se mataban, saliendo siempre victorioso el más fuerte.

Cuando ocurría esto, no existía el hierro ni se utilizaba el palo. Se usaban entonces huesos de animales sin filo, porque en esa época, ¿con qué iban a sacarles filo? Pero, sí con puntas, que se encontraban algunos hechos por sí solo, y otros, bastaba con partirlos buscando la mejor manera de que, al partirlos, quedaran puntiagudos.

Más que otra cosa, ésta era su arma. Y luego, al andar de los años, vino el descubrimiento del hierro y de ahí, que Oggún se enseñorea y ensaña sobre las personas y las cosas de este Mundo.

Por ello,  se dice  que Oggún nace antes del advenimiento del hierro y, Elegguá, no es su compadre, como aseguran muchos, sino su hermano, como lo es de Shangó, a pesar de ser Shangó el primer problemático de este mundo, y le causaba repulsión la acción de Oggún por sus crímenes continuados.

Shangó, jamás olvidó el día que llegó a un lugar donde estaba Oggún, en unión de dos más, doblando un hierro que le estaba dando mucho trabajo.


Shangó llegó, y se paró enfrente de ellos, alzó su mano derecha y la extendió en dirección donde estaba el hierro y, señalando con el dedo índice, de este salía una llamarada de candela con tanta fuerza, que en menos de diez segundos el hierro quedó completamente candente y rojo. Entonces Shangó le insinuó a Oggún, que lo doblara y el hierro cedió al menor esfuerzo que hiciera Oggún.